Turingia, el destino más accesible para las vacaciones
23/07/2015
Las vacaciones son, probablemente, el momento que más deseamos a lo largo de todo el año. Pero para disfrutarlas como corresponde buscamos destinos donde no encontremos ninguna dificultad que pueda entorpecerlas.
Las personas con discapacidad necesitan no solo servicios accesibles en sus ciudades, sino también destinos turísticos «sin barreras» para poder sacarles el máximo provecho. Turingia, el estado alemán ubicado en el centro del país y atravesado por el bosque del mismo nombre ofrece facilidades en todos sus destinos. Cuenta con impresionantes atracciones para visitar cuyos caminos no tienen pendientes pronunciadas, presentan carteles e indicaciones cuya altura está adaptada para personas que se trasladan con sillas de ruedas, sitios habilitados para perros guías, señalizaciones en alto relieve para ciegos, etc.
Erfurt, la capital de Turingia, es miembro del grupo denominado: «Destinos alemanes libres de barreras». La hermosa ciudad medievaltiene más de 1.270 años y cuenta con 200.000 habitantes. Sus casas sacadas de cuentos se posan sobre el famoso puente Merchant, de 120 metros de largo. Goethe, Schiller o Bach se sintieron fuertemente atraídos por los encantos de esta ciudad accesible.
Y para los que prefieren el «verde» al «cemento», también hay opciones. Y muy interesantes. El Parque Nacional Hainich es unauténtico homenaje a la naturaleza y cuyo hayedo es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Hainich tiene una particularidad muy poco usual en los parques nacionales y es que está rodeado de un entorno cultural ofrecido por ciudades como Bad Langensalza, Eisenach o Mühlhausen. Pero posiblemente, su mayor atracción sea el «Tree top Trail», una especie de puente colgante que atraviesa el parque y que permite ver el bosque casi desde el cielo. También merece la pena recorrer el parque a través del camino «Brunstal», de tres kilómetros y con nueve estaciones en las que los visitantes pueden escuchar fascinantes historias sobre las especies animales y vegetales que alberga el parque. El camino puede atravesarse en silla de ruedas y los usuarios ciegos o con problemas de visión también pueden recorrerlo, incluso sin compañía.
También merece la pena la librería «Duchess Anna Amalia», cuyo edificio con su famoso hall estilo rococó también es Patrimonio de la Humanidad, junto con otras edificaciones englobadas bajo el título «Weimar clásico».
Fundada en 1691 por el duque Wilhelm Ernst, es un testimonio único del papel de Weimar como centro intelectual a finales del siglo XVIII y principios del XIX.
EL CASTILLO WARTBURG
Una visita obligada merece el castillo Wartburg con 900 años «a sus espaldas». Es un testimonio de la historia del país y también refleja el arte de la Edad Media. Santa Elizabeth vivió allí y fue también dondeMartín Lutero tradujo el Nuevo Testamento. Cuenta con facilidades para las personas con discapacidad aunque advierten de que las personas con silla de ruedas necesitarán ayuda de un acompañante. También exige una visita el castillo Friedenstein, con su teatro Ekhof y su maquinaria de madera original que data del siglo XVII.
Fuente: http://www.abc.es/viajar/20150721/abci-turingia-destinos-discapacitados-201507201601.html