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La revolución de las bicicletas toma São Paulo

03/07/2015

La silenciosa revolución de las bicicletas ha dado un paso de gigante este domingo en São Paulo: la Avenida Paulista, la principal arteria de la ciudad más poblada de Sudamérica, ha amanecido con un flamante carril bici rojo pasión en su centro. Con el tráfico cortado, miles de ciclistas han celebrado lo que muchos ya consideran el principal logro de su alcalde más 'bici friendly', Fernando Haddad.

 

La inauguración está llena de simbolismo, como ha destacado el propio alcalde, del Partido de los Trabajadores (PT): "La principal postal de América Latina ahora tiene un carril para bicicletas", poniendo de relieve que esa franja roja de 2,7 kilómetros, cuatro metros de ancho y elevada 18 centímetros sobre el asfalto por donde circulan los coches tiene algo de conquista. Haddad ya está haciendo méritos para pasar a la historia como el alcalde de los pedales.

 

Con un polo y en vaqueros, fiel a su estilo informal, Haddad se ha paseado esta mañana por la Paulista donde, según la policía, 2.000 personas han aprovechado el corte del tráfico para conquistar la carretera, y ha pedido que la apuesta por las bicicletas sea una política "abrazada por todos los políticos y todos los gobiernos".

 

Cuando llegó a la alcaldía hace dos años, São Paulo tenía apenas 64 kilómetros de vías para ciclistas; ahora ya son 335 kilómetros y el objetivo es llegar a 400 en este mandato, invirtiendo 80 millones de reales (25,5 millones de dólares).

"La gente tiene que aprender a cuidar los espacios, crear carriles bici es necesario especialmente en ciudades caóticas como São Paulo, donde si muchas personas usaran la bicicleta mejoraría no sólo el tráfico sino también el medio ambiente", explicaba a EL MUNDO el empresario Renato Godinho desde su bici.

 

 

Pero la revolución de las dos ruedas no está siendo un camino de rosas. Los primeros indignados fueron los propios vecinos, que veían atónitos como el vehículo privado perdía espacio en favor de unas franjas que aún no están tan frecuentadas como en las ciudades europeas. Hubo episodios bizarros, como el que protagonizaron unos vecinos de la calle Plínio Schmidt, en el sur de la ciudad, que rabiosos por haber perdido unas plazas de aparcamiento cortaron el tráfico con barricadas e hicieron una hoguera a modo de protesta.

 

Otros hacen críticas más constructivas, destacando que las prisas del Ayuntamiento por sumar kilómetros a toda costa hacen que los carriles tengan malos acabados o que en muchas ocasiones se limiten a una franja pintada sobre la acera haciendo zigzag alrededor de árboles y postes de luz. Pero las reticencias del principio van dando paso a la aceptación con el paso del tiempo. En una reciente encuesta de Datafolha el 80% de los paulistanos decía estar a favor de los carriles, siendo los más jóvenes los más entusiastas -el 93% los aprueba--.

En un país donde el coche sigue siendo un poderoso símbolo de estatus y en una ciudad donde los atascos son legendarios, dar prioridad a las bicis sigue siendo algo revolucionario.

 

El equipo municipal lo sabe y usa la ironía con los detractores. El primer video que publicó en las redes sociales este domingo con la Paulista abarrotada de ciclistas iba acompañado de la siguiente fase: "Anunciaron y garantizaron que nadie va en bici por São Paulo".

 

Fuente: http://www.elmundo.es/internacional/2015/06/29/5590ade6ca4741d3708b456b.html

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